Una corrección de estilo procura darle claridad, armonía y precisión a un texto con el fin de pulir la obra y permitir una lectura fluida. La corrección de estilo no es invasiva, en cambio, procura mantener el estilo y la "voz" del autor sin agregar o restar contenido de manera alguna.
La corrección de estilo depende de la finalidad del texto que se va a enmendar (cuento, poesía, anuncio, revista...) y de la propia obra. He aquí un ejemplo a gran escala: "llegó tarde aquella noche estrellada y de viento fuerte, a la cita programada y no traía nada de lo que mi madre, en la noche anterior, le había pedido. Me miró, igual que me miraba cuando éramos novios, allá en nuestra lejana juventud y se disculpó, de rodillas, besando mi mano, haciendo gemidos suaves y con el rostro encogido."
El corrector debe mantener la unidad de todo el texto. El mensaje, el contexto y la línea narrativa del trabajo, para este ejemplo, sería de esta manera: "llegó tarde y sin ninguno de los encargos solicitados. Me miró con el rostro compungido, como solía hacerlo al buscar una disculpa; se arrodilló y besando mi mano emitió leves gemidos."
Nótese que la lectura es menos accidentada y ha adquirido valor literario.
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